Un hecho histórico acontece en la provincia de Chubut. Luego de años de lidiar con el sistema judicial, militantes contra de la megamineria han logrado sentar en el banquillo de acusados a la policía de la provincia del Chubut que en 2019 golpearon, torturaron y detuvieron a 6 asambleístas en la ciudad de Rawson. En el marco de la lucha contra la criminalización de la protesta social, se trata de un hecho clave que se pudo lograr pese a las maniobras dilatorias y a la persecución, amenazas y revictimización por parte del poder judicial.

Entrevistamos a una de las denunciantes y víctima de la violencia policial, Noelia Silva:

PP: ¿Cómo fue el inicio de la causa?

NS: El hecho que da origen a esta causa tiene que ver con una detención que sufrimos militantes de «NO a la Mina» en el 2019, en la última sesión de la cámara de diputados cuando se estaba tratando la creación del ministerio de ambiente y minería. Alrededor de las 12 de la noche la policía empieza a desplegar medidas anti tumultos, ahí agarran al compañero S., bajo la orden del comisario Juan García. El compañero J. intenta sacar a S. de las manos de la policía, lo logra y ahí lo agarran a él. A J. lo tiran al piso, lo asfixiaron por un largo rato mientras el resto de la policía armaba un cordón. Luego agarran nuevamente a S., lo golpean mucho. En esa situación la compañera F. intenta acercarse a sacarlo, ahí la agarran a ella. Ahí se mete mi hermano L., yo me meto para sacar a mi hermano. Otra compañera, R. estaba alrededor de la escena intentando hacer algo. Finalmente nos llevan detenidos a los seis. Nos llevan a la comisaria, nos encapucharon y nos torturaron, nos golpearon. De las mujeres a mí fue a la que más golpearon y de los varones a S. y J. los golpearon brutalmente. A uno de ellos lo amenazaron y le dijeron que sería el próximo Santiago Maldonado. A mi hermano le fisuraron una costilla durante la detención. A las 4:30 de la mañana aproximadamente a nosotras nos liberan porque supuestamente no había condiciones para tener mujeres alojadas ahí y a los varones los mantienen detenidos porque supuestamente uno de ellos había hecho un acto delictivo. Según la policía entonces tenían que esperar a la audiencia de control de detención. Al otro día, a las 9 hs., se hace la audiencia, nosotras por recomendación del abogado nos presentamos también para solicitar al juez que nos autorice a ir al médico forense porque estábamos heridas y cuando anoticiamos a la oficina judicial que habíamos ido para eso, nos hicieron esperar un rato y nos hicieron ingresar y ahí nos dijeron en ese momento que el fiscal Rivarola había decidido imputarnos a nosotras 3 junto a los compas varones, en la causa. Ingresamos a la audiencia de control de detención y nos imputaron a todos por lesiones y daños y resistencia a la autoridad.
Ese proceso duró un año, donde finalmente fuimos sobreseídos todos. En paralelo ese mismo día, luego de esa audiencia de control de detención el juez nos autorizó a ir al forense, fuimos, nos revisaron, se tomaron las notas y fotos y fuimos a la fiscalía e hicimos la denuncia por vejaciones y violencia policial, todo esto se mismo día alrededor de las 2, 3 de la tarde.
Desde ese momento comenzamos a presionar para que avance nuestra denuncia. La fiscalía no nos daba pelota, pasaban los meses y no accionaban, nosotros seguíamos en el otro proceso y nuestra causa no se movía. Más o menos al año de esto me presento con dos compañeras de la comisión contra la impunidad en el concejo de la magistratura a hacer una denuncia a la Fiscal Gómez por incumplimiento a los deberes de funcionario público y ahí más o menos a los 3 meses nos empiezan a llamar a las ruedas de reconocimiento que fueron tres. Muchas audiencias se suspendieron, ruedas de reconocimientos también suspendidas.

Recusamos a la fiscal porque entendíamos que no solamente no estaba investigando sino que estaba siendo parcial. Hasta el momento no nos habían tomado ampliación de declaraciones, cuando se hacen estas ampliaciones las tomó una asistente de la fiscal Cárcamo. Fue bastante desastroso todo también porque no escribía lo que le decíamos, teníamos que repetir varias veces que escriba lo que le estábamos diciendo, no quisieron grabar las entrevistas. Siguió pasando el tiempo, hicimos movidas en los medios, reclamos en la oficina judicial, se presentó una denuncia penal a la fiscal, se vuelve a hacer una recusación, sale Rivarola a favor de la fiscal Gómez diciendo que no veía necesario que se la recuse. Y así fue pasando hasta que finalmente terminaron, gracias a las identificaciones que hicimos y a las declaraciones, imputando a 4 policías: Juan García, Matías Basualdo, Cintia Rodríguez y Verónica Larsen. Son el personal policial que esta llevado a juicio, pero cuando se hizo la audiencia preliminar, que era para poder determinar si elevaban a juicio o no a esta gente, la fiscalía misma pidió el sobreseimiento de los policías diciendo que no había delito, que no coincidían supuestamente las lesiones con lo que nosotros habíamos declarado. Acá quiero aclarar que nunca fueron fieles las declaraciones que ellos escribieron con lo que nosotros declaramos.
Finalmente, gracias a la querella, que también nos costó muchísimo todo ese proceso porque hubo mucha resistencia a que nosotros nos presentaremos como querellantes en la causa, incluso intentaron decir que D’antonio había sido abogado nuestro en la otra causa y por lo tanto no podía estar en esta otra causa y así muchas trabas. Se da el permiso a la querella, la abogada de los policías pide que se revise esa decisión, se reafirma y armamos la querella. En la última audiencia de preliminar pasa esto de que la fiscalía levanta los cargos pidiendo sobreseimiento de los policías y la querella hizo la exposición, refutó algunos testimonios y pruebas y finalmente el juez Castro terminó decidiendo la elevación a juicio, eso sucedió en diciembre del año pasado y la fecha para inicio de juicio era el 3 de julio de este año.

PP: El día de inicio de este juicio, en el que se acercaron varios organismos de Derechos Humanos y militantes de diferentes organizaciones, porque comenzaba la jornada contra la criminalización de las luchas, ¿Considerás que esto tuvo que ver con la decisión de la oficina judicial de suspender del juicio, como una maniobra dilatoria para eludir la movilización y presión social?, ¿Cómo fue para ustedes el proceso hasta llegar a una nueva fecha de inicio del juicio?

NS: Fue una estrategia de la abogada de la policía que quería conseguir unos permisos por viaje y para seguir dilatando esta situación, no se la otorgaron, entonces recusó a la jueza el día del inicio del juicio, la acusó de parcial. Tardaron más de una semana y media en tomar la decisión si recusaban a la jueza o no. La jueza es Karina Breckle. Finalmente, terminan aceptando que la jueza Breckle siga en la causa, porque no encuentran ellos esta cuestión de parcialidad que denunciaba la abogada de los policías. La oficina judicial se tomó su tiempo para volver a fijar las fechas de juicio.
La fecha final de inicio de juicio quedó para este próximo 18 de septiembre que es el lunes. Y bueno, enfrentar esto fue un proceso muy difícil, donde se tuvo que trabajar muchísimo y donde nosotros trabajamos un montón, las víctimas de las torturas y la defensa también. Así que para nosotros es un triunfo haber logrado sentar a estas personas ahí. Primero porque esto es un cotidiano en la provincia, tenemos una de las policías más violentas del país y hemos visto en muchas ocasiones cómo la policía tortura, maltrata gente y no pasa nada, nunca las denuncias llegan a trascender, siempre son archivadas.

Entendemos que hay una connivencia de la fiscalía con la policía, por eso también sufrimos muchísima violencia institucional mientras sucedía el proceso. Fue bastante difícil. Fue doloroso también porque realmente fuimos violentados, tuvimos vigilancia policial en nuestras casas durante más de un año y medio, casi dos años.
Yo en lo personal tuve que pedir una restricción contra uno de los policías por acoso, ese policía es Basualdo. Esta persona no se puede acercar a mí, a menos que estemos en el proceso. Pero bueno, el hostigamiento de la policía nunca cesó.
También fuimos bastante maltratados por la fiscalía y por la defensa de los policías. Para mí significa un triunfo importante y un hecho trascendental que se haya logrado sentar en el banquillo de los acusados a policías, porque eso suele pasar solo en casos de asesinatos, pero sí es importante lograr romper con esta impunidad y que sean juzgados.

Este lunes 18/9 a las 8:30 hs se convoca a presenciar el inicio del juicio contra la policía, a acompañar a quienes fueron violentadxs pero también a quienes se atrevieron a desafiar a las instituciones burguesas, como el poder judicial que históricamente ha sido garante de impunidad por parte de las fuerzas represivas.

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