La semana pasada fueron las elecciones en ATE CONICET y la lista púrpura resultó ganadora. Conversamos con Victoria García, investigadora del CONICET, delegada de ATE CONICET FFyL-UBA y nueva Secretaria General electa por la Junta Interna de ATE CONICET CABA.
– ¿Como surgió la lista purpura, entre qué agrupaciones y con qué necesidad? ¿Crees que es una experiencia a replicar en otros espacios políticos?
La lista Púrpura surge en 2022, como expresión de una confluencia que distintos colectivos militantes y activistas veníamos sosteniendo en la práctica, a partir de nuestra intervención en las luchas de lxs trabajadorxs del CONICET y del Estado en general. La lista nuclea activistas de distintas vertientes de las izquierdas; hay compañerxs insertxs en agrupaciones como ATE CONICET CCT (Soberana-Izquierda popular, Marabunta e independientes), Razón y Revolución, la agrupación Naranja y Poder Popular, pero también muchxs compañerxs no agrupadxs que participan del espacio. La perspectiva que nos unifica tiene que ver con el modelo gremial, defendemos y construimos un sindicato de y para lxs trabajadorxs, autónomo respecto de las gestiones, democrático, participativo, plural, feminista y de lucha. Entendemos que esa es la concepción y la práctica del sindicalismo que nos permiten fortalecernos como trabajadorxs, más todavía frente a un gobierno hostil como el de Milei. Nos parece deseable potenciar, hacer crecer y expandir ese modelo sindical; de hecho, en ATE existen distintas experiencias que se inscriben en esa perspectiva. Pero no se trata de un modelo a replicar como una fórmula o una receta; siempre hay que atender a las particularidades de cada espacio, ya que se trata de una práctica sindical que se construye “de abajo hacia arriba”, con las especificidades que eso involucra en los espacios de base.
– ¿Cuál es la situación actual de lxs trabajadorxs e investigadorxs del CONICET?
La situación actual de lxs trabajadorxs del CONICET no es diferente de la de otrxs trabajadorxs del Estado. Bajo el gobierno de Milei, hemos sufrido despidos, algunos social y políticamente reconocidos como tales, como los que afectaron al personal administrativo del organismo en diciembre y marzo (más de 100 en total), y otros encubiertos, como los que afectan a lxs becarixs. Las becas posdoctorales están sufriendo recortes y eso implica que muchxs investigadorxs en formación que terminaron sus doctorados se quedan sin trabajo y con escasas perspectivas de inserción en el sistema científico. También hay ajuste en las becas doctorales: de las 1300 comprometidas, solo se adjudicarían 840. Y hay una decisión política del gobierno nacional de frenar los ingresos a las carreras del Investigador y del Personal de Apoyo, casi 1000 trabajadorxs que ganaron concursos públicos para esos puestos se encuentran a la espera de la efectivización de sus ingresos. Además, venimos arrastrando una situación de deterioro salarial que con el gobierno de Milei se agravó por los intentos de congelar nuestros salarios. La última mesa negociadora del salario fue el lunes 1/7, y no hubo propuesta del Estado empleador para los sindicatos.
– ¿Cuáles son las luchas y objetivos que tienen por delante en esta etapa frente al desfinanciamiento y el desprestigio por parte del gobierno?
Tenemos por delante una lucha que es gremial y política a la vez. Gremial, porque tenemos que defender los puestos de trabajo, los derechos y los salarios de lxs trabajadorxs del organismo. En ese sentido partimos de un piso de discusiones que se fue elevando en los últimos años, especialmente a partir de la toma del MinCyT en 2016, durante el macrismo, cuando se instaló en la agenda pública pero también al interior del CONICET que “Investigar es trabajar”. Los espacios de organización y en particular ATE CONICET fueron creciendo; en ese sentido contamos con herramientas para enfrentar la embestida del gobierno, y las vamos a seguir potenciando y fortaleciendo. Pero la lucha también es política porque existe una voluntad política del gobierno de vaciar el CONICET, y tenemos que dar la discusión pública y hacia el conjunto de nuestro pueblo sobre lo que implica ese intento de vaciamiento. Nosotrxs defendemos los puestos de trabajo y nuestros derechos como trabajadorxs porque defendemos la necesidad de un CONICET y de un sistema científico-tecnológico orientado por las necesidades de las mayorías populares de nuestro país. Este gobierno no es solamente anti-estatal, es también anti-científico y anti-intelectual. Tenemos que dar la batalla ideológica para discutir esas posiciones, que lamentablemente han calado en una parte de nuestro pueblo. Por eso digo que se trata de una lucha política. Eso no implica reducirla a lo partidario; al contrario. La asociación que intentan instalar los referentes y “trolls” de la ultraderecha, entre lxs trabajadorxs del CONICET y la pertenencia a un espacio partidario específico, el kirchnerismo, es una mentira flagrante. En el CONICET hay de todo, incluso hay gente que apoyó electoralmente a este gobierno. Nosotrxs, desde la Junta Interna electa, que de hecho es plural en lo político-ideológico, vamos a convocar al conjunto y vamos a abrir el sindicato a cualquiera que esté dispuestx a pelear por sus derechos y por la ciencia pública frente a los ataques que venimos sufriendo.