Este sábado tuvimos la tristísima noticia del fallecimiento de Gino Straforini, compañero y amigo de muchísimos años de trayectoria revolucionaria con el que compartimos tantas instancias, encuentros, charlas e iniciativas. Militante del MIR chileno cuando el golpe contra Allende, los caminos del exilio, la persecución y sus tareas internacionalistas lo vieron recorriendo el continente hasta asentarse junto a su querida compañera de la vida y sus hijos e hijas en Argentina. Su estrecha relación con la Revolución Cubana lo llevó a construir en nuestro país una de las experiencias más hermosas de lucha y organización populares que conocemos de las últimas décadas, Propuesta TATU. Aunque primero organizó una agrupación de padres, enseguida se dedicó a impulsar una agrupación de estudiantes y médicxs recibidxs en Cuba, en la ELAM (Escuela Latinoamericana de Medicina). La Elam formó miles de médicxs, becados hijos de los pueblos más humildes del mundo, especialmente de nuestro continente. Gino vio la posibilidad y la urgencia de trabajar en la organización política y social de aquellxs estudiantes, asumiendo prácticamente la solidaridad cubana y mostrando otra forma de hacer las cosas. Propuesta Tatu dijo presente en innumerables tomas de tierra y barrios de los más pobres del conurbano bonaerense, de Chubut, de Santiago del Estero, de Chile y de Guatemala, por lo menos.

Podríamos contar sus anécdotas, con Shafik Hándal, con Chávez, con los “nicas” o con Fidel. Pero quisiéramos mencionar su solidaridad con los presos políticos y con los perseguidos de todo el continente. Una solidaridad cargada de humanidad, pendiente siempre de “que más” se podría hacer por los compañeros y compañeras. Uno de los casos con los que más trabajó y más se ocupó fue el del compañero peruano Víctor Polay Campos, dirigente del MRTA (Movimiento Revolucionario Tupac Amaru), detenido en una prisión del régimen peruano desde 1992 hasta hoy todavía, en condiciones de aislamiento absoluto a modo de escarmiento y terror para quien quiera luchar contra las miserias que soporta  su pueblo. Siempre buscando alguna iniciativa, difundiendo su causa, recibiendo a sus familiares y reivindicando su lucha.

La tenacidad y la humildad de Gino son imborrables de nuestra memoria, que con 70 años y sus problemas de salud a cuestas no aflojaba y jamás estaba en “pose” de jefe, jamás se preocupaba por “reverencias” a su trayectoria. En el barrio en Longchamps, el “14 de febrero”, dónde hoy funciona la salita “Miguel Enríquez” fundada por Tatu (presente ahí desde la toma de tierras prácticamente desde el día 1), Gino trabajaba y trabajaba con los vecinos y vecinas, codo a codo, de igual a igual, todos los días. Gino daba esperanza y ejemplo a todo el mundo a su alrededor. Sus familiares, amigxs, copmpañerxs, vecinxs de su querido barrio “14 de febrero”, todxs juntxs lo despedimos este sábado 10 de diciembre.

“Te quiero mucho” te decía en cada abrazo de despedida. Te queremos mucho Gino, y cuanto te vamos a extrañar.

 Nuestro más fuerte abrazo para su familia y su compañera que en cada paso estuvo peleando junto a Gino codo a codo, en todo.

En tu memoria Gino, seguiremos luchando y seguiremos resistiendo.

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