El presidente Javier Milei anunció en el día de ayer las “Bases para la reconstrucción argentina”. Este plan mencionado para “sacarle de encima el Estado a la gente” es lisa y llanamente un plan de desregulación masiva del estado, que continúa el programa de la última dictadura militar argentina. El plan de la motosierra ya empezó.

En él, Javier Milei anunció 30 medidas que son parte de un programa general de 300. Cada una de ellas busca ser un golpe crucial para el pueblo argentino. En principio, decreta la derogación de leyes como la Ley de Alquileres, de Abastecimiento, de Góndolas, de Compre Nacional, del Observatorio de Precios del Ministerio de Economía, de Promoción Industrial y Comercial y de normativas que impiden la privatización de empresas. También, busca la desregulación de los servicios de internet satelital, del sector turístico, la privatización de Aerolíneas Argentinas, la implementación de la política de cielos abiertos, entre muchos otros beneficios a las prepagas y grandes sectores empresariales.

Todas estas medidas son anunciadas mediante DNU, sin pasar de ninguna manera por el circuito democrático convencional con el que funciona nuestro país desde el año 1983. En su discurso, Milei dijo que buscaba realizarse “lo que no se hizo en los últimos 40 años”, en una clara referencia a la dictadura militar. Además, con el anuncio del Protocolo Antipiquetes de Patricia Bullrich que persigue prohibir la protesta social en nuestro país. Estamos ante un intento neoliberal autoritario que busca aplicarse con medidas de shock.

Pero no estamos derrotadxs. La implementación o no de este paquete depende en gran parte de la reacción popular que podamos generar. No debemos dejar que nos venza el miedo ni nos paralicen los anuncios del gobierno. La movilización convocada por organizaciones de derechos humanos, de izquierda y movimientos sociales a la tarde logró romper con el protocolo de Bullrich llegando a Plaza de Mayo. A su vez, empalmó en un reclamo multisectorial con los cacerolazos que se hicieron sentir en distintos puntos del país en la noche de ayer.

Resulta fundamental que todos los legisladores rechacen el carácter antidemocrático y anticonstitucional de los DNU y que la CGT y las CTAs convoquen a un paro general que permita construir la unidad de todo el pueblo contra el decreto. Construyamos una amplia unidad de todos los sectores populares, opositores y democráticos, con la participación del conjunto de los sindicatos y movimientos sociales para torcer el plan de ajuste que continúa con el de la dictadura militar y todos los intentos por criminalizar y prohibir la movilización social.

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