A 71 años del nacimiento de Hugo Chávez, un breve resumen sobre su historia política, su importancia continental y su legado que, aunque lejano y poco visible, es importante recuperar para las nuevas generaciones.
El “Comandante” de la Revolución Bolivariana llegó a la presidencia de Venezuela en 1998 a través del voto popular. Sin embargo, en el año 1992 ya había estado cerca de encabezar el gobierno venezolano tras encabezar una rebelión armada que intentó destituir al presidente neoliberal Carlos Andrés Pérez, quién de la mano del FMI estaba aplicando durísimos ajustes arruinando la vida de miles y miles de venezolanos y venezolanas.
Apenas asumida su presidencia, Chávez mostró señales de que sus promesas no iban a quedar sólo en los discursos y puso en marcha enseguida una reforma constitucional que produjo cambios históricos en la castigada Venezuela. De la mano de esta reforma, el pueblo venezolano podía revocar los cargos de los dirigentes que consideraban que no cumplían con su mandato; de la mano de esta reforma, se reconoce por primera vez los derechos de los pueblos originarios; de la mano de esta reforma, llegaron también las “misiones”, como la Misión vivienda (que funciona hasta el día de hoy y entregó viviendas a más de 4 millones de familias), la Misión Robinson, que se inició en 2003 y que logró que en 2005 la Unesco reconociera a Venezuela como territorio libre de analfabetismo, y tantas otras (la creación de más de 40 universidades, que permitió que por primera vez miles de familias pudieran enviar a sus hijos a la facultad; la creación de las comunas donde las y los pobladores se organizaban democráticamente para definir las políticas de cada barrio; la ayuda y el cuidado para personas mayores) que transformaron la vida de todo un pueblo que venía siendo duramente castigado por las recetas neoliberales apoyadas y fomentadas por Estados Unidos.
Claro que todo esto no fue gratis y, en 2002, el gobierno de Chávez sufrió un golpe de Estado, pero fue el propio pueblo (y el apoyo del ejército bolivariano) el que salió masivamente a defender a su líder y, 48 horas después, la presidencia volvía a estar en manos del “Comandante”.
FARO Y EJE DE LATINOAMERICA
Luego del intento de golpe de Estado, Chávez profundizó sus políticas y, por ejemplo, estatizó la empresa petrolera PDVSA, una de las mayores petroleras del mundo de los hidrocarburos y de gran interés económico para Estados Unidos. Pero además, a partir de ese momento, el gobierno Venezolano empezó a fortalecer lazos con otros países latinoamericanos que, de la mano de gobiernos progresistas, empezaban a conformar un bloque antiimperialista de gran importancia a nivel mundial. Así fue que nació ALBA (Asociación Bolivariana para los pueblos de América), la unión de distintos países de América Latina para enfrentar los planes de Estados Unidos en la región y establecer lazos políticos, económicos y culturales que favorezcan al conjunto del pueblo latinoamericano.
A su vez, junto a Cuba, Venezuela fue uno de los países en enviar médicos y educadores a distintos países de América Latina, así como ayuda alimentaria y hasta petróleo.
Estas políticas dentro y fuera de las fronteras venezolanas, constituyeron a Chávez en un faro para los pueblos y las juventudes de América Latina, que encontraron después de mucho tiempo alguien que les hablara del Che, de Marx, de Bolívar y tantos otros pero que sus palabras también se acompañaban en hechos concretos para mostrar otra forma de vivir que no fuera siempre de la mano de las recetas del FMI.
Hoy, a más de 12 años de la muerte de Hugo Chávez, y ante el notorio avance de ideas fascistas no sólo en América Latina sino también en el mundo, es imprescindible mantener viva su reciente historia, sus ideas, sus luchas y su grito de guerra contra el imperialismo, porque, con errores y aciertos, Chávez fue, es y será un ejemplo de honestidad, dignidad y alegría para todo el continente.