por Andrés Mecha

Con minoría absoluta en ambas cámaras, con un partido político que no tiene dos años y un equipo ministerial hegemonizado por gente inepta y arribista, el gobierno acaba de aprobar un mamotreto jurídico que es la “Ley base” del saqueo y la explotación ¿cómo fue posible?

En estos meses se ha subrayado mucho el carácter de felpudo barato de la UCR, y es verdad (100%). Aunque también es cierto que en eso de “sofisticar los análisis” ha habido mucha generosidad en otorgarle/esperar alguna dinámica propia del partido centenario, cuando hace una década que funciona en tándem con el PRO, que hoy es claramente un oficialismo blue. (Juntos por el Cambio no se disolvió por cuestiones ideológicas).

Mucho menos se ha dicho del carácter de oposición de pantomima que está haciendo el PJ en todas sus vertientes. No sólo que han movido poquísimo por fuera de lo institucional, sino que, al igual que hicieron durante el macrismo, se dividieron entre “leales” y “traidores”, de modo que unos puedan dar los votos para que las reformas pasen, mientras queda un sector que ocupe el necesario rol de “oposición”, para mañana presentarse a elecciones.

Párrafo aparte merece la CGT, que la mira por TV mientras se sustancia la reforma laboral más regresiva de la historia y se aplica un programa anti obrero y anti popular inédito. Una verdadera entrega, en toda la línea. Así estamos.

El “loquito”, el “outsider”, está llevando, con “malo modales” y rompiendo todo, el programa que la clase dominante empezó a desplegar/pergeñar después de la crisis capitalista de 2008: ajuste, ajuste, ajuste, triple reforma (laboral, fiscal y jubilatoria) endeudamiento y extractivismo como política de estado. Por eso es que, dentro del sistema burgués, no hay programa alternativo a Milei. No hay. Con matices y modales diferentes, están todos de acuerdo. Ahí están Scioli, Caputo, Sturzenegger y Pichetto, para ilustrar el acuerdo pan partidario. Ahí están los silencios ensordecedores, para atestiguar que el que calla, otorga. Y si bien los grises y las formas, importan, la crisis sistémica es demasiado grave como para dejar pasar la oportunidad de darle un mazazo histórico a los movimientos sociales de Argentina, que han sido el principal obstáculo para los programas regresivos de los dueños del país y del mundo. En una sola movida tienen la chance de dejar gravemente heridos al movimiento obrero, piquetero, de derechos humanos, feminista, estudiantil y anti extractivista. Es el sueño húmedo de la clase dominante argentina. Y esperan cumplirlo, aunque sea bajo la forma de esta pesadilla distópica y bizarra.

Por supuesto no les será tan fácil, ni habrá derrotas absolutas, pero mientras más tardemos en recuperarnos, más ganancias y saqueo habrá a favor del capital. También, a partir de la ruptura de las organizaciones (que no sólo organizan la lucha, sino la contención) la bronca podría saltar, con más violencia, “por afuera”, como en el 2001 o en Chile 2019. Pero quizás no ocurra, o lo haga en un par de años. La vida es riesgo, dice el capital financiero ¡Dale más gasolina!

El jueves, mientras se debatía la ley bases, hubo una reunión de “los equipos económicos peronistas”, convocada y presidida por el dibujante del INDEC, Guillote Moreno (la nueva esperanza de los renegados del pasado “progre”). En el cónclave estaba el inefable Sergio Berni y el ex UIA de Mendiguren. Pero también los miembros del equipo de Massa y Kicillof. Eran todos varones (la única mujer estaba para sacar fotos), la mayoría viejos rancios, fachos y hacedores de esta Argentina que decantó en Milei. No creo que de ahí salga ni una décima del programa que necesitamos. Su plan, desde luego, ya debe tomar como punto de partida todas las reformas mileistas. Obviamente de la UCR o las astillas de JxC, menos.

En medio de esta desorientación generalizada, lo único seguro es que no hay futuro por dentro de los partidos del sistema, no hay ninguna chance de hacer más “humano” el capitalismo y no queda más camino que la resistencia, la batalla por la conciencia y la apuesta estratégica a que la lucha pueda parir la verdadera alternativa de lxs de abajo. Ante la barbarie capitalista: organización, solidaridad, lucha, encuentro cara a cara y en las pequeñas alegrías que podamos cosechar en el andar. “Tenemos este camino, sin más para elegir, que oxidarse o resistir”.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *