Viviana Ríos Alvarado
Residente en Trabajo Social en el HIGA San Roque de Gonnet
Candidata por la Multicolor a la Comisión Directiva Seccional del HIGA San Roque

Este 19, 20 y 21 de abril el sindicato de Profesionales de la Salud elige a sus representantes. Luego de tres años de pandemia donde el foco central estuvo puesto en la política sanitaria nacional, la elección cuenta con dos listas provinciales: la oficialista 1+3, actual conducción del gremio integrada por sectores que, si bien durante el macrismo salieron a la calle, hoy se dispersan en la política del Frente de Todos; y la Multicolor, resultado de la lucha y la organización de distintos sectores que este año decidieron confluir en una lista unitaria luego de muchos años de fragmentación.

Lxs trabajadores disputan en cada seccional por dos modelos gremiales eternamente enfrentados: independencia de los gobiernos para luchar contra el ajuste ordenado por el FMI o burocratización y amalgamiento de los intereses de los trabajadores a los de la lucha electoral tradicional.

La conducción de CICOP de cara a las elecciones provinciales

Lejos ha quedado los años donde la conducción actual de CICOP prometía ser una cara nueva de la lucha sindical. La actual lista 1+3, dirigida por el PCR y Patria Grande, tuvo su auge de combatividad en los años de macrismo, donde múltiples sectores independientes y combativos vieron la posibilidad de plantear escenarios de lucha por las demandas del sector, y solidaridad con otros sindicatos. Es parte de la memoria de las nuevas camadas de profesionales que ingresaron al Sistema Público de Salud las decenas de movilizaciones y paros que el gremio realizó cuando Cambiemos degrado al sector de Ministerio a Secretaría, con un recorte presupuestario acompañado de despidos dejando en estado crítico a la provincia.

El HAY 2019 atrás del cual se embanderó la conducción de CICOP y que fue de la mano del ingreso de su dirección al Frente de Todos, tuvo desde sus comienzos el olor a la profecía autocumplida a la que llevan este tipo de acuerdos: no sólo disminuyó la lucha mientras se acercaba el período electoral, sino que una vez concluido el mismo y puesto en marcha el gobierno de Alberto Fernández la participación y organización  por seccional fue reemplazada por la mesa chica a la que nos tiene acostumbradxs el sindicalismo burocratizado: dirigentes sindicales junto a las direcciones hospitalarias, cargos de la gestión oficialista.

Ahora bien, la irrupción de la pandemia por COVID 19 tuvo un efecto particular en la movilización del sector salud, ya que, si bien las condiciones de trabajo de todo el pueblo se vinieron en picada, las condiciones materiales de vida de lxs trabajadores de la salud se recrudecieron a la par que la exigencia era cada vez mayor. Esto se llevó puesto no sólo las vidas de muchxs trabajadorxs, que llevaron a dos grandes paros y movilizaciones en pleno auge del COVID, y a su vez evidenció la necesidad de una política sanitaria integral, donde el crecimiento del sector privado en desmedro del sector público estuvo también en el ojo de la tormenta.

Con el aumento de afiliados a CICOP en el marco de estas luchas y la organización en auge de en cada Hospital y cada seccional, se lograron en plena pandemia hitos como la continuidad laboral de más de 1500 profesionales de las residencias, que sin esta medida hubiesen pasado de ser esenciales a verse expulsados hacia el sector privado por falta de oferta laboral, y que hoy se evidenciaba su necesidad al interior del sector público. También las luchas por desgaste laboral y pase de ley de otras profesiones no reconocidas por la ley de profesionales de la salud 10471 tuvieron cada vez mayor peso, siendo hoy logros concretos de la lucha de lxs trabajadores.

Capítulo aparte merecen otras tres grandes luchas con diferentes resultados que se llevaron adelante durante el auge de la movilización del sector salud post efecto COVID: la lucha del reglamento de residentes y la del Hospital Posadas.

Respecto de la lucha de residentes tenemos como actor central a la Comisión Provincial de Residentes. La misma surge como reacción al reglamento anterior, aprobado en 2001 por el gobernador menemista de aquel entonces Carlos Ruckauf.

Desde su aprobación generó ruido la cantidad de arbitrariedades a las que debían someterse les profesionales que quisieran hacer la residencia y así comenzar la carrera hospitalaria, teniendo el agravante de dejar sin aportes jubilatorios, licencias, ni asignaciones familiares al sector más activo de salud.

En los 20 años que siguieron a su aprobación les residentes creamos en asambleas, movilizaciones, reuniones de la Comisión Provincial de Residentes y desde ella un pliego de reivindicaciones con un total de 20 puntos, que sirvió como organizador y guía para las asambleas de residentes que año tras año se movilizaron por mejores condiciones.

Los sucesivos gobiernos vivieron movilizaciones, paro de residentes en consonancia con los del resto de les profesionales agremiados en CICOP, pero ninguno modifico ningún punto del reglamento que establecía que un médicx residente de guardia pudiera pasar más de 30hs en servicio y así atender, operar, etc.

Luego de que la conflictividad en el sector salud se acrecentara con la pandemia, la resolución del reglamento de residentes parecía ser un tema de agenda tanto para el Ministerio de Salud como para la conducción del gremio, en búsqueda de obtener una conquista con la cual acumular para el oficialismo en ese sector. Luego de mesas técnicas locales, regionales y de la provincia donde les residentes tuvieron participación, la aprobación del reglamento se termino dando de manera clandestina, con un anuncio en el mismo día vía correo electrónico de la Escuela de Gobierno. En una transmisión en vivo por Youtube quienes luchamos por el reglamento marcha tras marcha, pudimos ver con sorpresa como Kreplak y Kicillof anunciaban la aprobación del nuevo reglamento entre cuatro paredes, con la presencia de lxs dirigentes gremiales (Pablo Maciel, secretario general de CICOP) y la invitación all inclusive de aquellxs militantes orgánicxs de Patria Grande y el PCR. El resto de las residencias lo miramos por TV.

Lejos de ser el acto de cierre de la conflictividad con las residencias y el broche de oro del gremio para con ese sector, el anuncio a la par de la masividad de las movilizaciones en CABA trajo una nueva ola de reclamos. El anuncio del reglamento traía de la mano el congelamiento salarial: para tener los aportes jubilatorios, el conjunto de las residencias de la provincia tuvimos que resignarnos a quedar por debajo de la canasta básica. De la mano de esto, las asignaciones familiares por los que tanto había luchado el sector salud se congelaban a octubre de 2022 en $1500 por hijx.

La organización de las residencias por salario igual a la canasta familiar tuvo que impulsarse esta vez en soledad por la Comisión Provincial de Residentes, no sólo sin el apoyo de CICOP sino con palos en la rueda recurrentes de la conducción del gremio, que no habiendo podido cosechar la victoria que esperaban obturaban el desarrollo de asambleas, movilizaciones y demás.

En este contexto, luego del ejemplo del triunfo de las residencias en CABA logrando arrancar (con un mes de paro y movilización) un salario indexado a la inflación, el Hospital Posadas en su conjunto también se levantó por el reclamo postergado gobierno tras gobierno de mejoras edilicias y de condiciones laborales. Siendo el principal efector de la atención en salud mental para todo el conurbano, el Posadas sigue con profesionales contratadxs sin pase a planta asegurado, pisos devastados por las décadas sin inversión en infraestructura, salarios por debajo de la canasta básica.

Ambas peleas, de la mano de la desmovilización impulsada por la conducción de CICOP, la insistente desarticulación de las asambleas de base y la negativa a llamar a paro por la recomposición salarial, fueron llevadas a la derrota. Lxs trabajadores de la salud de la Provincia de Buenos Aires cuentan hoy con el salario más bajo respecto de aquellxs con dependencia de CABA o de Nación. ¡El salario de lxs trabajadores de Kicillof esta por debajo del gobierno de derecha de Larreta!

La Multicolor: un nuevo capítulo en la unidad de lxs que luchan.

Ante la creciente burocratización de la conducción, las organizaciones de izquierda junto con referentes surgidxs de la lucha de los sectores de residentes y trabajadores de la salud llegaron a balances comunes y una apuesta conocida por otros gremios, pero no tanto para lxs profesionales de la salud: la multicolor de CICOP.

Luego del anuncio de su conformación a nivel provincial, más la presentación de listas independientes alrededor de la Multicolor en más de 20 Hospitales y Centros de Salud de la Provincia, la primera reacción del oficialismo fue proscribir a lxs residentes de la lista de candidatxs provinciales.

Siendo que las residencias somos un sector sin estabilidad laboral dentro de la Provincia de Buenos Aires, como política general del gremio durante años se ha generado una excepción sobre lxs residentes respecto del criterio de afiliación mayor a dos años para las candidaturas provinciales. Este es el primer año, luego de varios donde la conducción se valió también de dicha excepción, donde se proscribieron residentes participantes de la lista Multicolor Provincial.

A su vez, la compenetración de las listas de la 1+3 en las seccionales respecto de las direcciones hospitalarias se acrecienta, siendo grostesca la vinculación directa y ponderada de los intereses de lxs candidatxs gremiales con las direcciones. Es inaceptable que en este contexto el gremio se niegue a representar y permitir ser representantes a uno de los sectores más precarizados y golpeados del sistema de salud.

El compromiso con el cual la conducción oficial rifa la independencia del gremio tiene una principal motivación: se viene un año electoral, y la única política posible para los gremios oficialistas es la conciliación en un contexto de ajuste.

La independencia para la lucha, la democratización de los concursos, la transparencia en las gestiones y los cargos del sector público, más el desenmascaramiento de la vinculación del ajuste en salud con los acuerdos con el FMI, son parte de la política que el oficialismo rechaza.

Incluso con la historia combativa reciente de la CICOP y la retórica combativa que toma por momentos, se contradice con la disolución cada vez mayor del instrumento gremial con las fuerzas políticas que componen el gobierno del Frente de Todxs.

Muchos son entonces los desafíos de la Multicolor. La situación descripta anteriormente tiene un efecto general de desmovilización, la burocratización de las conducciones gremiales siembra una fuerte desconfianza en la validez de los gremios como herramienta de lucha, principalmente en aquellxs que movilizadxs por sus condiciones laborales, se encuentran con que los acuerdos de los dirigentes con las direcciones hospitalarias tienen más peso que el propio salario en pleno ajuste en curso. Tarea a largo plazo será para la Multicolor desarticular la despolitización que crece con la política verticalista.

A su vez, en este año electoral la creación de un instrumento de participación gremial tiene un corolario en el crecimiento organizativo de las seccionales. Mientras todo parece tirar para atrás, la tarea de la unidad de los sectores combativos para la construcción de un gremio democrático, participativo y de lucha es más urgente que nunca.

Este 19, 20 y 21

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