¡Hoy vamos todxs al Congreso!
En lo que va de su gobierno, Javier Milei ha demostrado ser un aprendiz rápido de las peores prácticas del autoritarismo, disfrazado de libertario. Con un discurso que mezcla mistificaciones económicas, relatos megalómanos y una retórica que raya lo místico, Milei ha logrado consolidar un régimen que, lejos de defender la libertad, avanza a pasos agigantados en la destrucción de los derechos constitucionales y la independencia de los poderes del Estado. Su gobierno, aliado incondicional del imperialismo yanki y del sionismo genocida, se ha convertido en un títere de los intereses más oscuros del capital transnacional, mientras aplasta al pueblo argentino con un ajuste antiobrero y antipopular que no tiene precedentes.
El último capítulo de este despropósito es el intento de silenciar la reacción popular frente a sus políticas de hambre y exclusión. Con una represión feroz, Milei ha desplegado todo su arsenal para aplastar las protestas de jubiladxs, trabajadorxs y sectores vulnerables que salieron a las calles a defender sus derechos. Pero no contento con eso, ha utilizado a los medios de comunicación, cómplices de su régimen, para desviar la atención y construir un relato que justifica lo injustificable: el ataque sistemático a los pilares de una sociedad democrática.
Mientras tanto, su aliado Martín Menem, otro engranaje clave en esta maquinaria de destrucción, utiliza el Parlamento como un instrumento al servicio del poder ejecutivo. Con maniobras oscuras, coimas y valijas, Menem no solo protege al gobierno de Milei, sino que también está implicado en la estafa de la shitcoin, un escándalo que refleja la corrupción y el desprecio por la ley que caracteriza a este régimen. El Parlamento, lejos de ser un contrapeso, se ha convertido en un apéndice del Ejecutivo, paralizado y sometido a los caprichos de un gobierno que desprecia la división de poderes. Este miércoles 19 se dispone a dejar pasar un acuerdo con el FMI del que lo único que sabemos es que, como siempre, se pagará con más ajuste sobre nuestros derechos, nuestros salarios y nuestras jubilaciones.
Pero no podemos dejar de hablar de los verdaderos beneficiarios de este experimento paleolibertario: el gran empresariado, la burguesía agraria, agroindustrial, minera y petrolera. Estos sectores, aliados naturales del capital extractivista, han encontrado en Milei a su mejor cómplice. Juntos, fomentan la destrucción de las pequeñas empresas y los sectores productivos ligados al mercado interno, profundizando la dependencia y el saqueo de nuestros bienes comunes. En un contexto de crisis planetaria, el capital transnacional busca resolver sus contradicciones a costa de los pueblos de los países dependientes, y Milei está más que dispuesto a servirles en bandeja los intereses de la Argentina.
Milei, el mismo que renegaba del FMI, pretende volver a endeudarnos con el organismo a fuerza de decretazos, renovando así el círculo de endeudamiento perpetuo con más deuda odiosa, ilegal e ilegítima. Ese endeudamiento también sirve a la destrucción de la infraestructura del país cuando dilapida divisas fundamentales para el desarrollo. Para garantizar el pago de los intereses de una deuda impagable, como los más de 10.000 millones de dólares pagados en el último año, paraliza las obras públicas y empuja a millones a la pobreza y la indigencia. Su gobierno es un claro ejemplo de cómo el neoliberalismo más extremo, en su versión ultraderechista, se combina con prácticas autoritarias para consolidar un régimen protofascista que ataca todo aquello que representa la dignidad y la justicia social.
Sin embargo, la fortaleza intrínseca del gobierno comienza a mostrar signos de resquebrajamiento desde la movilización antifascista del 1F. Las consecuencias de la estafa $LIBRA y las dudas acerca de la viabilidad del plan económico en vísperas de un eventual nuevo acuerdo con el Fondo, sumado a las dificultades para “controlar” la calle que se evidenciaron el miércoles 12/3 y ciertos posibles obstáculos en el congreso, podrían estar produciendo un cambio de momento del gobierno. No está claro que estas crisis no puedan ser revertidas por los distintos actores de poder, con la inigualable ayuda de los grandes medios masivos de comunicación, pero sí está claro que se presenta un escenario favorable para que los sectores populares golpeemos a un gobierno que agrede, amenaza, recorta derechos, deteriora las condiciones de vida, pega a jubilados, veta el financiamiento de las universidades públicas, saca medicamentos a pacientes oncológicos y desfinancia áreas clave como la atención a sectores vulnerables y la lucha contra la violencia hacia las mujeres y disidencias.
Es hora de que el pueblo argentino rompa definitivamente con las falsas ilusiones que este régimen sigue propagando. La resistencia debe organizarse, porque frente a un gobierno que ataca los derechos más básicos y destruye las bases para una sociedad democrática, la única salida es la lucha unida y firme por un futuro donde la justicia, la libertad y la dignidad no sean palabras vacías, sino realidades tangibles. Milei y su séquito de cómplices ya han mostrado su verdadero rostro: el de un gobierno al servicio de los poderosos, dispuesto a todo con tal de mantener su poder. Pero el pueblo, tarde o temprano, siempre tiene la última palabra. Ahora bien, sin una alternativa política que se proponga para superar la amenaza fascista, no podremos vencer de manera duradera.
Ahora, tenemos la oportunidad de seguir sembrando un camino para salir de este callejón al que nos quieren empujar. Este miércoles 19 de marzo, en vísperas del Día de la Memoria por el 24 de marzo —aniversario de la última dictadura genocida cívico-militar-eclesiástica—, debemos duplicar la fuerza para movilizarnos y convocar a muchos más a acompañar a lxs jubiladxs. En los últimos días la cúpula de la CGT anunció un esperado paro general, para el 8 de abril. Debemos arrancarles esa decisión y, aunque sabemos que no podemos confiar plenamente en su disposición a enfrentar esta política de crueldad y represión, no es menor lograr que suceda. En el marco de las fuerzas del pueblo que son capaces de cambiar el rumbo trágico al que nos empuja el gobierno, necesitamos de todos los vectores de fuerza social y popular de las clases subalternas. Solo la unidad y la lucha organizada podrán frenar este avance autoritario y construir una alternativa que ponga fin al experimento paleolibertario de Milei. La memoria de los que lucharon antes que nosotros nos llama a no bajar los brazos. Hoy, como ayer, la resistencia es el único camino hacia la justicia y la libertad.
¡Todxs somos lxs jubilados! Este miércoles, ¡todxs al Congreso!
¡Fuerzas para el fotoperiodista Pablo Grillo! ¡Estamos con vos, tu familia y compañerxs!
¡Esclarecimiento del intento de asesinato por parte de las fuerzas federales al mando de Bullrich y Mieli!
¡Renunciá, Bullrich!