Mientras nos complica la vida con la recesión brutal que eligió como camino para bajar la inflación, profundiza la represión y dispara a niveles récord la pobreza y la desocupación en todo el país, en las últimas semanas el Gobierno de Javier Milei se ensañó especialmente con jubilados y jubiladas. Además de pauperizar a niveles históricos las jubilaciones y de eliminar la cobertura 100% de PAMI para cientos de medicamentos, este miércoles por la tarde pasó a la represión directa contra las organizaciones de jubilados que se manifestaban contra el veto presidencial.

Después de haber destrozado el poder adquisitivo de las jubilaciones con la devaluación de diciembre, la inflación y los tarifazos constantes, para con ello financiar la mayor parte del alardeado superávit fiscal, esta semana el mismo Milei confirmó su intención de vetar la ley de reforma de la movilidad jubilatoria (aprobada hasta con el voto de legisladores del PRO), pese a que implicaba un mínimo aumento de 8,1% que sumaba apenas 20 mil pesos para quienes cobran la mínima.

“El equilibrio fiscal es innegociable”, afirman, pero no hace falta detenerse demasiado en la evidente doble vara de esta argumentación, ya que no hubo reparos similares para invertir 300 millones de dólares en la compra de innecesarios 24 aviones de combate o para regalarle otros 100 millones a la Secretaría de Inteligencia para multiplicar los carpetazos, las operetas oscuras sobre dirigentes y organizaciones opositoras y las granjas de trolls que elevan a niveles inauditos los niveles de violencia política. El problema no es el déficit sino las prioridades de un Gobierno que con cada mes de permanencia profundiza el daño social a niveles históricos. En un modelo con muy pocos ganadores, para todo el resto no hay más que hambre, miseria, desocupación y palos.

Pocas horas después de anunciar el veto presidencial, el PAMI confirmó su decisión de eliminar el descuento de 100% para muchas de las 170 monodrogas que cubría previamente. A partir de ahora sólo se subsidiarán completamente remedios para enfermedades crónicas o tratamientos especiales (oncológicos, hipoglucemiantes, insulina, antirretrovirales, etc.), dejando afuera cientos de medicamentos básicos por los que ahora deberán pagar entre el 30 y el 60% de sus valores de miles, decenas o cientos de miles de pesos con jubilaciones mínimas que apenas superan el nivel de indigencia.

Aunque buena parte de los adultos mayores creyó en las promesas de campaña de La Libertad Avanza, desde el mismo inicio del nuevo gobierno jubilados y jubiladas vienen organizándose y protestando los días miércoles en Plaza Congreso, denunciando el impacto brutal de las políticas oficiales sobre sus ingresos, acompañados por organizaciones de izquierda. Como el modelo mileísta no tiene escrúpulo moral alguno y no cierra sin represión, este miércoles las fuerzas policiales a las órdenes de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich reprimieron brutalmente con palos y gas pimienta a manifestantes movilizados con la Unión de Trabajadores Jubilados en Lucha (UTJL).

Día a día, este gobierno de ultraderecha sigue cruzando límites. Después de hambrear a un país entero y hacer que más de un millón de niños y niñas se vayan a dormir sin cenar, de llevar la pobreza y la indigencia a niveles peores que los de 2001, de destruir a la industria y al comercio generando una desocupación histórica, de entregar nuestros recursos naturales a corporaciones multinacionales por 30 años por medio del RIGI y de multiplicar el autoritarismo y la represión en todas sus formas, hoy apalearon a nuestros jubilados y jubiladas.

Más allá de repudiar una vez más este curso autoritario y de exigir un aumento de emergencia para los jubilados, para que un haber mínimo mensualmente indexado alcance la canasta del adulto mayor (hoy en día está calculada en 900 mil pesos), tenemos que organizarnos para ponerle un freno urgente a estos criminales. La continuidad de este Gobierno implica niveles de daño social irrecuperables en el corto plazo.

¡Siempre junto a nuestros jubilados y jubiladas!

¡Aumento inmediato de las jubilaciones!

¡Basta de represión!

¡Fuera Milei!

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