Hace un año se iniciaba la rebelión popular que resistió, enfrentó y obligó a la clase política- empresarial, a dar marcha atrás con la habilitación de la minería a cielo abierto en Chubut. El 15 de diciembre de 2021 era aprobado en la legislatura provincial y de espaldas a la gente, una ley que pretendía zonificar el territorio y reducirlo a “zonas sacrificables”.
La noche del 15 de diciembre comenzaba a organizarse la bronca que alcanzó a las grandes mayorías de la población. Todo eso, a lo largo y ancho de la provincia, en los principales centros urbanos y en las localidades mas pequeñas. Noches enteras enfrentando las balas de las fuerzas represivas, jornadas completas de asambleas y movilizaciones populares multitudinarias. Durante seis días se pusieron en práctica todas las formas de lucha que los pueblos habitantes de Chubut han sabido aprender y construir, a partir de la experiencia histórica. Esa que está atravesada por la resistencia de los pueblos originarios en defensa de su autonomía y territorio. También por las demandas de la clase trabajadora y por la potencia de los feminismos que vinieron a enfrentar la precarización de la vida (en todas sus formas) y que se nos impone por este sistema capitalista cisheteropatriarcal.
La amenaza del extractivismo persiste, pero la memoria de organización y lucha colectiva también. Son más de veinte años de aprendizaje y pedagogía ambiental, que han sembrado una conciencia que atraviesa a diferentes generaciones.
Más información en los siguientes enlaces:
15 de diciembre: A espaldas del pueblo y con represión aprueban la megamineria en Chubut
17 de diciembre: Todo el apoyo a la irrupción popular chubutense en defensa del agua y de la vida